Vamos con algunos chismes de otro de los constructores mas famosillos del rollo materialisto - dialéctico, el gran Karl, y otros pocos de su amigo Frederick.
Estará contento con las encuestas, imagino.
El caso es que voy a contaros algo de la vida de Carlangas, las cosas íntimas, que los biógrafos aúlicos no suelen mentar demasiado.
Digamos que el hogar de Karl y su cónyuge Jenny Marx no era precisamente un paraiso, como no fuera de pobretonería excelsa, con la cola de acreedores como en los dibujos de Vázquez haciendo cola en la puerta. Con ellos convivía una sirvienta, Helene "Denchen" Demuth que no cobraba sueldo, pero que era como parte de la familia. Y claro al ser "como" de la familia no habia pagas, ni horario, ni vacaciones. A la muerte de Karl, Frederick Engels heredó a la sirvienta.
Del carácter de Karl Marx, pues no voy a descubrir América, muy preocupado por el que dirán, borrachín, inepto en la tarea de ahorrar un duro a base de gastar en tonterías, amante del lujo, incapaz de tener un solo oficio con beneficio, intolerante, violento (de obra y de pluma). Y el método científico no se lo aplicaba, su propia vida era de un desorden caótico.
Como de los tochos que escribía no salía un real, pues las entradas de la casa dependían de legados y herencias (lo que daba pie a comentarios como que suerte he tenido que se me ha muerto tal pariente) y cuando estos volaban (con gran velocidad) se daba paso a Karl el gorrón, que pegaba constantes sablazos a todas sus amistades, en especial a Federico (Engels). Es de señalar que en mas de una ocasión se lamentaba ardorosamente Karl de que su familia había montado una conspiración en su contra y que mientras viviera su madre "no tendré derecho a mi fortuna".
Engels era un empresario acaudalado, hasta con dos hogares uno burguesito y otro en el distrito currela. Su carácter, generoso, trabajador y sumamente inteligente, pero tampoco
tampoco hay ausencia de broncas, como cuando borrachuzo casi le sacó un
ojo a otro borrachín a base de paraguazos. Nótese que vivió muy
cómodamente a base de la plusvalía que producían los proletarios que
trabajaban en sus empresita "Ermen & Engels".
A Engels le encantaba la buena vida, era un calavera bastante crápula. El mismo escribe que le encantaban las "facilonas" francesitas y darle al acto de suyo apto para la procreación hasta que se quedaba hecho polvo. Luego sentó la cabeza, pero de manera un tanto especial, vivía con dos chicas irlandesas (hermanas ellas, Lizzie y Mary Burns) que eran las que le calentaban el lecho por las noches, y se mantuvieron a su lado toda su vida.
A Engels le encantaba la buena vida, era un calavera bastante crápula. El mismo escribe que le encantaban las "facilonas" francesitas y darle al acto de suyo apto para la procreación hasta que se quedaba hecho polvo. Luego sentó la cabeza, pero de manera un tanto especial, vivía con dos chicas irlandesas (hermanas ellas, Lizzie y Mary Burns) que eran las que le calentaban el lecho por las noches, y se mantuvieron a su lado toda su vida.
Esto da pie a dos curiosas anecdotas, a pesar de que Engels vivía con estas dos hermanitas como si estuviera casado con ambas, era Mary la "oficial" (luego fue Lizzie), este arreglo no gustaba nada a la familia Marx, y a pesar de la buena amistad entre Frederic y Karl, y mas aún a pesar de que prácticamente comía de el, nunca se permitió que ninguna de las compañeras vitales de Federico pisaran la casa de los Marx, y si se cruzaban el quinteto Jenny Marx miraba al cielo por no saludar.
De hecho al morir Mary Burns en 1863, Marx se despacho con una carta de condolencias a su amigo con dos líneas que decian algo así como: "La noticia de la muerte de Mary me ha dejado lelo, era una chica muy majetona y muy dedicada a ti. Tienes que estar muy depre, tu que tenias montado tu hogarcito con ella a tu lado, sin malos rollos y siempre limpio y a tu gusto. Cambiando de tema..." Para luego seguidamente disertar filosóficamente folios y folios, sobre su mayor capacidad intelectual, lo tieso que estaba y exigir el pronto pago del sablazo que solicitaba igualmente. El cabreo que se agarró Federico fue de órdago a la grande. Karl viendo el sustento en peligro luego se disculpo y envió unas condolencias bastante mas elaboradas, echando las culpas del asunto a su señora porque le aturullaba. Y sentenció la coa con la épica frase: "Y es que las mujeres, hasta las que son inteligentes son asi de peculiares".
De la capacidad de gorroneo de Karl Marx hacia Federico queda como máximo ejemplo lo siguiente. Estando la esposa de Karl de viaje unos meses fuera del hogar, no había quien limpiara el sable del filósofo, y este tuvo que recurrir a la criada sin sueldo (Srta. Demuth). El caso es que de aquello resulto un embarazo y un hijo ilegítimo. De la correspondencia entre Marx y Engels por esas fechas hay multiples referecias de Karl escribiendo sobre un "mystere" (literal en gabacho) que ya explicaría mas luego. La cosa acabó con que a la vuelta de Jenny Marx fue Federico quien se atribuyo la paternidad del niño, salvando los muebles a su amigo Karl.
Por si os preguntais si con ello Federico acogió al bebe (llamado Frederick Demuth), de eso nada, tocando a rebato y al grito de que al crio este que le pique un pollo fue mandado a una casa cuna (luego a unos padres adoptivos), su mamá siguió siendo la chacha y se evitó la escandalera.
Años después cuando este chico iba a visitar a su mamá a casa de los
Marx, tenía que entrar por la puerta de servicio (nunca por la
principal) y solo podía estar en la cocina. Freddy Demuth fue un currela en fábricas toda su vida y dicen las malas lenguas que era el unico proletario que conoció un poco íntimamente Karl Marx en toda su vida.
Curioso que estos personajes fueran los que sentarán las bases científicas de la liberación proletaria con su "científico" método.
Después de documentar todo este rollo si no me contratan para Sálvame de Luxe es que no hay justicia en este mundo.
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