viernes, 27 de enero de 2023

Sugar, dubidú dudúa, honey, honey...

Y antes de partir hacia tierras cutreconeras mañana, un pasito de cangrejo (para los que hayan estudiado la E.S.O. es que los cangrejos andan patrás) y vuelvo a la negroplotation, esta vez con muertos vivientes muy telarañosos. Y por ello os presento:

 

Sugar Hill (1974).

Esta vez no es novedad en castellano, porque existe una versión doblada, pero vi que lo acompañaban unos subtítulos de kk (ya sabéis, esas traducciones automáticas) y como he tenido acceso al blu ray original, pues he hecho un cuidadoso ripeo, unos subtítulos yulifereados pa que los disfrutéis y el que quiera que ponga el audio en castellano, que no lo recomiendo, en el original se ve que los actores se lo pasan en grande actuando, los actores de doblaje mas bien parecen haber esnifado mucho pegamento y mas helio. Así que si cuenta también como aportación novedosa.

Y ahora al argumento, Diana "Sugar" Hill es una chica muy moderna, fotógrafa de moda y además es la chica de Langston, un negrete pinturero sueño de un club nocturno. Pero los mafiosos quieren hacerse con el local, matan a Langston y dejan a una desolada Sugar, que jura venganza, y dar a los asesinos un castigo peor que la muerte y luego la muerte.

Sugar Hill acudirá donde una sacerdotisa vudú y despertarán unas decenas de zombis negros, que irán dando matarile a los felones mafiosos.

A este lo echarán como pastel de cumpleaños a unos gorrinos.

La película, pues no es del todo catastrófica, se mueve con soltura de un sitio a otro y eso evita el aburrimiento, aunque tiene detalles que te aplastan la moral, como el sonido de fondo de los pantanos de Luisiana se oye los chimpancés y las cacatúas de una peli de Tarzán, y uno se queda esperando a ver cuando se oirá a los elefantes dar trompetazos (barritar o así pues). 

Y un crítico, que esos saben mas que yo, decía:

Sugar Hill tiene un tono campechano y juguetón sin parecer nunca tonta o excesivamente bromista, y gran parte de ello se debe a Don Pedro Colley, que se lo pasa en grande como el Barón Samedi. El Barón se disfraza en casi todos los asesinatos, desbordando el delirio y pintando una imagen completamente diferente cada vez. Marki Bey es la que hace que Sugar Hill funcione tan bien. Es tan sexy, tan dura como un clavo y una protagonista tan convincente que resulta desconcertante que no haya hecho más carrera. También es genial que Sugar siempre tenga el control. Sin monólogos llorosos. Sin crisis. Ningún atisbo de duda. Uno diría que se la podría llamar Macho Woman.

En resumen, es cutronga, tontorrona, pero entretenida a la vez, y por eso os la he traído ya emulizada como: 

Sugar Hill (1974) - vose & audio esp. - Cutrefilms 2598.mkv

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