viernes, 24 de junio de 2016

Baloncesto, dia de reflexión y vestir la mona.

Escribía Pablo Iglesias Turrión en el año 2008 un artículo de contenido político usando como excusa un partido de la selección de baloncesto española contra Estados Unidos, que perdió la selección española.

Y todos los textos son copiados literalmente de la página rebelión.org

"Pero en fin, estábamos con lo de la representación de las naciones en las competiciones deportivas. Es aquí donde entiendo que, por lo mismo que debemos solidarizarnos con los patriotas que no tienen equipo propio, los que somos de izquierdas y sufrimos un irredentismo particular soportando día tras día el nacionalismo español (por definición de derechas) y su bandera monárquica y postfranquista, deberíamos también ser objeto de una solidaridad similar, o al menos de una cierta compasión. Ya me gustaría a mí ver a los jugadores de la selección de basket con uniforme tricolor y escuchar un himno como La Marsellesa y no la cutre pachanga fachosa, antes de los partidos o cuando se gana algo".

Y concluía con: 

"El resultado final en el marcador en nada empaña estas enseñanzas revolucionarias. De hecho, nos ha librado de aguantar el himno, de las celebraciones de exaltación nacional, del orgullo de ser español (yo preferiría sentirme orgulloso de algo un poco más meritorio) y de la sucesión de infames actos protocolarios que acompañan los éxitos de los héroes de la patria".

Tamicese con declaraciones posteriores:

En La Tuerka el ya muy famoso: 

“La izquierda tiene que aprender a vestir el traje de la victoria. Es verdad que para follar hay que desnudarse, pero para ligar hay que vestirse. Y vestirse implica construir discursos y construir aparatos discursivos que te permitan ganar.”

Por si alguien no lo entiende "follar" es el poder, ligar son los votos y /o ganar elecciones .

Y en otra ocasión: 

"Hay palabras que tienen una carga valorativa positiva y palabras que tienen una carga valorativa negativa. La palabra ‘democracia’ mola; por lo tanto, habrá que disputársela al enemigo cuando hagamos política. La palabra ‘dictadura’ no mola, aunque sea dictadura del proletariado, no mola nada, no hay manera de vender eso. Aunque podamos teorizar que la dictadura del proletariado es la máxima expresión de la democracia en la medida en que aspira a anular unas relaciones de clase injustas, que en sí mismas, ontológicamente, anulan la posibilidad de la igualdad, que es la base de la democracia, no hay a quien le vendas que la palabra ‘dictadura’ mola".

Al enemigo se le derrota diciendo las cosas que le molan al personal, claro. Y con el campeonato europeo de fútbol disputándose, la roja mola mucho. 

Y por eso en una foto de hoy, cierre de campaña de Podemos se ve lo que se ve:


 ¿Cuantas volteretas y volatines llegará a dar para vendernos la moto?  Pues a mi no me la va a vender, porque aunque la mona se vista de seda (hasta para ligar) mona se queda.

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